Bueno, no atacó... se quedó con las ganas de atacar... hubiese querido haber atacado...
Y es que otra vez tuve esa sensación, esa necesidad de abrazar a alguien, de tocar a alguien, de sentir a alguien. Esta vez fue durante una semana completa.
Todas estas noches que he salido tarde del trabajo, he salido cansado y sin muchos ánimos; y siempre me espera un largo para llegar a mi casa en el que no podía hacer otra cosa más que pensar en que me gustaría tener a alguien que me abrazara.
Un abrazo para curarme del cansancio y la tristeza. Pero obviamente no hay ese alguien a quien abrazar.
Pero las ganas no se van y se vuelven una sensación de frío y de vacío en la piel, en todos lados.
Y pasa que ves gente y pasa que piensas en lo abrazables que se ven y desearías poder aventarte y abrazarles y tocarles y sentir...
Sin embargo, en aras de la civilidad, pues no lo hago y solo quedan en pensamientos locos. Pensamientos locos y deseperados y muy frecuentes.
sábado, enero 12, 2008
El abrazador anónimo ataca de nuevo
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4 comentarios:
¿estaremos igual de locos?
Ahm yo solamente puedo decir
que la almohada a veces funciona
jajaja.
Yo opino que sabes
bien la respuesta a esa
necesidad de abrazar
a alguien ¿no?
...no, ya la almohada no llena mis necesidades...
...sí se la respuesta... pero ...pero...pero... no es como ir a la tienda y comprarme unas papitas... es muy complicado....
Puedes ir a la tienda y comprarte un perrito. Aunque a la larga supongo que daría igual que con al almohada.
Entiendo bien esos deseos... hay un grupo de abrazos gratis, deberías unirte a ellos o bien solicitar sus servicios :D
Ya me andaba preocupando porque no escribías.
Suerte en el trabajo y aunque estén contratando en la otra empresa, haz tu jueguito a ver qué tal ;)
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